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viernes, 13 de mayo de 2022

 

La nueva ruta del vino en Córdoba: 4 historias de bodegas familiares y pioneras en la provincia

La provincia suma cada vez más propuestas de enoturismo: Finca Vista Grande, Famiglia Furfaro, Terra Camiare y La Caroyense son cuatro bodegas que vale la pena visitar. Qué hacer en cada una y cuánto cuesta visitarlas.

Córdoba es uno de los destinos favoritos de los argentinos. Con atractivos súper populares y otros más secretos, como los volcanes de Pocho y un circuito de túneles en Traslasierra, la provincia tiene también un costado vinícola desconocido que poco a poco empieza a crecer. 

La provincia serrana tiene una larga tradición vinícola gracias a los jesuitas, quienes a partir de 1618 en la Estancia Jesús María compraron y desarrollaron 20.000 cepas plantadas por los primeros españoles que llegaron a la zona. Esta herencia, sumada a los numerosos emprendimientos familiares que empezaron a desarrollarse en los últimos años vinculados al mundo del vino, subió a Córdoba al mapa del enoturismo nacional.

Hoy Córdoba cuenta con 23 establecimientos vitivinícolas, entre bodegas y productores artesanales, que se pueden visitar y recorrer desde las Sierras Chicas a Traslasierra, pasando por Punilla y Calamuchita. 

Finca Vista Grande, Famiglia Furfaro, Terra Camiare y La Caroyense -la más antigua de la provincia- son cuatro grandes exponentes de bodegas familiares, algunas pioneras y otras nuevas, que valen la pena visitar a lo largo y ancho de los terruños cordobeses. 

1. FINCA VISTA GRANDE


Ubicada en en Valle de Calamuchita, es una bodega boutique familiar, de las más nuevas de la provincia. "El iniciador es mi papá. Él siempre se dedicó a la producción agropecuaria, pero quiso empezar con una plantación a modo de hobby. Se fue entusiasmando, conociendo productores de la zona y aumentando la superficie plantada hasta 2017. Ese año me sumé al proyecto en la parte de bodegas", cuenta Daniela Martinelli, bióloga y enóloga, hoy a cargo de Finca Vista Grande.Martinelli señala que en Córdoba, a diferencia de Mendoza, el impulso de la actividad es el turismo: "Vendemos sólo acá, a nivel regional, y cada tanto a alguna vinoteca de Buenos Aires. Ahora tenemos 4 hectáreas y este año vamos a plantar 4 hectáreas más del otro lado de la ruta, en un campo que compramos". Y si bien reconoce que "hubiese sido más fácil iniciar el negocio en Mendoza y ser uno más del montón", decidió apostar por su provincia.

"Esta es la tierra de uno. El lugar de uno. Decidimos apostar a la provincia, a este diseño moderno de la bodega pensando en el aspecto turístico. Nos preguntan de dónde son los inversores del proyecto, pero es completamente nuestro", afirma la enóloga.

A la hora de definir los vinos cordobeses, Martinelli explica que "la uva de acá es más ácida, más fresca, comparable con el sur por cuestiones climáticas". "No tenemos los veranos cálidos de Cuyo", justifica, y asegura que "los blancos de acá se dan muy bien" y que "los tintos son todavía muy jóvenes" porque empezaron en 2018.

2. BODEGA FAMIGLIA FURFARO

Muy cerca de la anterior, la Bodega Famiglia Furfaro nace en el Valle de Calamuchita con el sueño de tres hermanos de producir vino argentino: uno falleció, pero los otros dos, Jorge -que vive en Buenos Aires- y Hugo -en Italia-, continuaron con el proyecto familiar.

"La idea arrancó porque cuando compramos la propiedad se sembraba papa, pero después toda esta zona se decretó reserva de lagos y no se pudo sembrar más. En un viaje a Mendoza, recorriendo bodegas, nos preguntamos: ¿por qué no poner un viñedo? Hicimos todos los estudios para ver si era factible y tuvimos excelentes resultados. En 2012 hicimos la plantación y actualmente tenemos 6 hectáreas con uvas Malbec, Cabernet Franc, Petit Verdot, Pinot Noir y Chardonnay", cuenta Jorge Furfaro.

La bodega cuenta con 6 hectáreas viñedos propios y una producción de entre 20.000 y 22.000 botellas por año. Uno de sus proyectos es traer una cepa de la Toscana italiana, la Sangiovese, para plantar en sus viñedos, ya que el terroir es muy similar al de esa región.

3. BODEGA LA CAROYENSE

La Caroyense uno de los establecimientos pioneros en desarrollar la vitivinicultura en Córdoba y concentra el 80% de la producción vitivinícola de la provincia. Fue fundada en 1930 como una cooperativa de pequeños productores, pero al quebrar en el 2000, pasa a manos de nuevos accionistas que no tenían viñedos pero continúan trabajando con los mismos 34 productores iniciales.Con los años La Caroyense creció y hoy en día trabaja con alrededor de 70 productores de algunas provincias del país, como La Rioja y Entre Ríos (de donde trae uva Tannat y Marcelan), pero sobre todo de Córdoba y de Colonia Caroya, explica su presidenta Celina Tay. 

Su padre, Juan Carlos, era ganadero y compró la bodega en 2001 a través de un remate. Ella, con una una clara visión empresarial, asumió la vicepresidencia. Trabajaron así durante 15 años y lograron exportar productos a Taiwán y a Perú, como el jugo 100% natural de uvas sin alcohol, hasta que Celina terminó asumiendo la presidencia.

La estrella de la bodega destaca que es la variedad Frambua o Isabella, una uva típicamente cordobesa, con perfume y sabor dulce, que se comercializa mucho en el litoral argentino. Pero además, una línea llamada Innovazione', que apunta a desestructurar la idea de que el vino viene en botella de vidrio y con corcho.

4. TERRA CAMIARE

Terra Camiare, en Colonia Caroya, nace en 1898 de la mano de la familia Nanini con una producción muy pequeña de vinos destinada al consumo propio. En 1929 la familia decide ampliar el negocio y mudarse un segundo edificio para comenzar a funcionar como bodega y comercializar sus productos a nivel nacional. En 2014 los dueños heredan el negocio a sus hijos, quienes deciden ponerla en venta. Así es como en 2015 pasa a manos de la familia Mizzau, apasionados por el mundo del vino y oriundos de Colonia Caroya.

Los nuevos dueños, vinculados al rubro de agroinsumos, incorporan tecnología en el área industrial y compran más hectáreas de viñedos (hoy tienen 18) donde suman nuevas cepas para cultivar. En 2018 reabrieron al público con un nuevo enólogo y otro enfoque en cuanto a la producción de vinos.

"Hoy producimos entre 150.000 y 180.000 botellas de vino pero la idea es triplicar el volumen y vender a todo el país y al exterior", cuenta Miguel Mizzau, director de Terra Camiare.

La bodega produce vinos jóvenes y reserva, pero busca diferenciarse por sus métodos de producción: utiliza vasijas ovoides de cemento para hacer la fermentación y crianza de sus etiquetas premium, con uvas 100% cordobesas.

"Producimos vinos pura y exclusivamente con uvas cordobesas. Tenemos uvas propias de nuestros viñedos en Caroya y Quilino, y aparte compramos uvas de Cruz del Eje y de algunos pequeños productores locales como para complementar lo propio", explica Virginia Rosso, encargada de Turismo y Hospitalidad de la bodega.

Fuente: https://www.cronista.com/clase/break/la-nueva-ruta-del-vino-en-cordoba-4-historias-de-bodegas-familiares-y-pioneras-en-la-provincia/

  

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viernes, 22 de abril de 2022

Bodega Yacochuya  Su Historia.


 La Familia Etchart hace vinos desde 1850 por el lado materno. El antecedente en Cafayate es la familia de Flavio Lema Niño, de la cual se conservan los viejos tinajones de arcilla donde se almacenaba el vino.

Arnaldo Benito Etchart compra la finca y bodega La Florida en la primera mitad del siglo XX, en 1938, y es su hijo Arnaldo quien desarrolla la marca "Etchart" con gran éxito en Argentina y el exterior.

Esta bodega se vende al grupo Pernod Ricard en el año 1996, y un año antes, Arnaldo ya tenía en el mercado los vinos del nuevo emprendimiento: San Pedro de Yacochuya, logrando un producto Premium de excelente calidad internacional.

La Bodega Yacochuya se encuentra a más de 2000 msnm, siendo una de las vitiviniculturas más altas del mundo. En la finca hay 30 has. plantadas con uvas Malbec, Cabernet Sauvignon, Tannat, Cabernet Franc y Torrontés.

El año 1988, Arnaldo Etchart convoca al francés Michel Rolland, para que desarrollen juntos los vinos tintos de la bodega Etchart. Ese año empieza la relación de trabajo y amistad, con uno de los mejores enólogos del mundo. Este fue unos de los primeros asesoramientos de Michel fuera de Francia. Posteriormente en 1989, la revista americana Wine Spectator, tiene a Rolland en una de sus portadas ese año, avalando a escala mundial su prestigio. Durante 1990 Arnaldo Etchart & Michel Rolland sacan al mercado uno de los primeros vinos premium de Argentina: Arnaldo B. Etchart, Cosecha 1989. En 1995 salen al mercado argentino los primeros vinos de San Pedro de Yacochuya (tinto y blanco).En 1998 empiezan las obras de la nueva bodega en Yacochuya, recibiéndose la primera vendimia en febrero de 1999. La bodega tenía una capacidad de elaboración de 90 mil litros, equipada con la más nueva y moderna tecnología. A principios del año 2020, la bodega llegó a una capacidad instalada de 350.000 litros y elabora entre todas sus etiquetas, alrededor de 250.000 botellas. En 2001, la bodega exporta su primer vino premium, Yacochuya - M. Rolland, Cosecha 1999, sin dejar de atender el mercado local. En el año 2003, empieza el desarrollo de un nuevo viñedo en las cercanías del pueblo de Tolombón, a 16 Km. al sur de Cafayate. En esta finca se plantaron las variedades Malbec, Cabernet Sauvignon y Tannat. Se implantaron plantines producidos a partir de las viñas de la finca Yacochuya. Con estas uvas se produce la línea de vinos varietales Coquena, que se lanzaron al mercado interno en el año 2009 y en el 2010 se comenzaron a exportar a Latinoamérica, USA y China. En 2015 salió el primer corte Coquena, de Malbec, Cabernet Sauvignon y Tannat, este vino tiene un leve paso por barrica de segundo y tercer uso (6 meses aproximadamente).

En promedio las ventas se dividen en un 50% en el mercado interno y 50% son exportaciones.

Los Valles Calchaquíes se caracterizan por su altura sobre el nivel del mar. Tolombón está a 1700 metros de altura, y a esto se suma la gran cantidad de días de sol (mas de 300 días por año), escasas precipitaciones (un máximo de 200 milímetros por año), suelos franco-arenosos, con muy poca materia orgánica y una gran amplitud térmica entre el día y la noche.

Una de las principales características de las uvas que se producen en altura es que, por la gran intensidad de los rayos solares, las pieles de estas son generalmente más gruesas y esto se traduce en vinos de gran estructura.

Estas características climatológicas aseguran una sanidad natural de las uvas, libres de hongos y otros problemas que se dan en zonas de suelos arcillosos y de mayor humedad ambiente.

Los vinos tintos que se producen en este terroir son vinos potentes, con mucho cuerpo y color.
Son vinos con carácter, elegantes, diferentes a los de otras regiones tanto de la Argentina como del resto del mundo.
El vino de Yacochuya nace en la viña. Sin una excelente uva, no se pueden hacer buenos vinos y el objetivo es hacer cada año el mejor vino posible.
Esto implica un cuidado especial del viñedo y rendimientos muy acotados, alrededor de 6.000 kilos por hectárea y no más de 12 a 15 racimos por planta.



https://www.yacochuya.com.ar/yacochuya

Enologo de la Bodega De Moño Rojo, Pablo Martorell.


El talentoso y joven Pablo Martorell es el hacedor de nuestro vinos. Su perfil es interesante y su trayectoria muy sólida, ha sido reconocido por Wine Advocate y Wine Enthusiast por sus creaciones.

Nació en Tunuyán, Mendoza, estudió enología y trabajó en algunas de las bodegas más importantes de Mendoza, como Nieto Senetiner, Catena Zapata, Trivento y Flechas de los Andes, bajo el tutelaje de Michel Rolland.
Entre sus experiencias, suma varias vendimias en Francia y en Estados Unidos. En 2006, trabajó para Château de Lauret en Pomerol (Bordeaux), y, en 2007, para Château Peyre Lebade y Château Clarke, en la región de Medoc (Bordeaux), todos pertenecientes al grupo Rothschild. En 2009, perteneció al staff de Napa Wine Company. Y, actualmente, integra equipo enológico en The Vines of Mendoza.

https://www.bodegasdmr.com/proyecto.php


BODEGA GOUGUENHEIM


Su Historia

Nacido en Argentina de padres franceses, la afición de Patricio Gouguenheim por el vino comenzó a los 7 años, cuando su padre comenzó a dejarlo probarlo en las comidas mezclado con agua con gas. Sin duda, esto fue un catalizador para que entrara en el mundo del vino más adelante.

Pero no fue sino hasta 2002 cuando encontró la bodega de sus sueños en Tupungato, una antigua propiedad con excelentes vistas a la Cordillera de los Andes, un suelo y un sistema de riego realmente únicos. En el interior, un montón de pequeños depósitos de hormigón, perfectos para elaborar vinos de gran calidad y centrados en el sitio. Era el lugar perfecto, por lo que Patricio decidió abandonar una exitosa carrera en finanzas para convertirse en productor de vino y comenzar con la bodega de su familia.



"Nunca me arrepiento, ni por un minuto, de lo que hemos hecho. Quería un cambio en mi calidad de vida y

para crear una empresa familiar. Para producir algo de lo que estoy orgulloso. Por eso usamos nuestro nombre en nuestros vinos. Tengo a mis hijos trabajando a mi lado y mis nietos ya están disfrutando de la bodega.'

Patricio Gouguenheim


https://gouguenheim.com.ar/our-story/

miércoles, 20 de abril de 2022

                                      


                     ¿Por qué se festeja el Día del Malbec?       





El Malbec World Day se celebra el 17 de abril en homenaje a que en ese mismo día, pero de 1853, se presentó ante la legislatura provincial de Mendoza el proyecto que contemplaba la creación de una Quinta Normal y una Escuela de Agricultura, con el visto bueno de Domingo Sarmiento.

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